Introducción

Elaborar un queso de calidad no depende de un solo ingrediente. Aunque el cuajo para quesos es esencial para la coagulación, no puede trabajar solo. Los fermentos lácticos son sus aliados indispensables, y juntos forman una dupla que define el sabor, la textura, el aroma y el tiempo de maduración del producto final.

¿Qué son los fermentos lácticos?

Son cultivos de bacterias beneficiosas que se agregan a la leche para modificar su acidez, sabor y comportamiento durante el proceso de cuajado. Pueden ser mesófilos (temperatura media) o termófilos (temperaturas altas), dependiendo del tipo de queso que se desee producir.

¿Por qué es crucial su combinación con el cuajo?

Cuando agregamos el cuajo para quesos a la leche, este actúa directamente sobre las proteínas, haciendo que se agrupen y separen del suero. Sin embargo, sin la acidez correcta, ese cuajado no será óptimo.

Los fermentos crean el ambiente ácido necesario para que el cuajo haga su trabajo de forma precisa. Además, contribuyen a la textura, reducen la humedad y protegen el queso de bacterias indeseadas durante su maduración.

Tipos de fermentos más usados con cuajo para quesos

  • Mesófilos: ideales para quesos frescos o de maduración corta como queso crema, panela o manchego joven.

  • Termófilos: adecuados para quesos duros como parmesano, grana padano o pecorino.

  • Mixtos: combinan cultivos de ambas familias para quesos semiduros o de maduración controlada.

Cómo lograr un equilibrio adecuado

1. Conoce tu leche: su contenido graso, acidez natural y procedencia afectan el tipo de cultivo a usar.

2. Define el queso deseado: cada tipo de queso necesita una combinación diferente de cuajo y fermentos.

3. Controla la temperatura: el rango ideal para trabajar con cuajo y fermentos va de 30 a 38 °C.

4. Usa proporciones exactas: la dosis de fermento debe permitir una acidificación gradual, mientras que el cuajo debe generar una cuajada firme pero no quebradiza.

Recomendaciones finales

  • No mezcles marcas sin probar compatibilidad

  • Usa fermentos vivos y recientes para evitar fallas

  • Agita bien la leche antes de añadir los ingredientes

Lacver: aliados técnicos y en calidad

En Lacver contamos con cuajo para quesos y una selección de fermentos especializados para cada tipo de producción. Te ayudamos a elegir la fórmula correcta según tu tipo de leche, volumen y mercado objetivo.

Conclusión

Lograr quesos con carácter y calidad no es cuestión de suerte. La combinación estratégica de cuajo para quesos y fermentos lácticos marca la diferencia entre un queso común y uno extraordinario.

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