Introducción

Elegir el cuajo para quesos correcto es clave para obtener el sabor, la textura y la calidad que buscas. Cada tipo de cuajo reacciona de forma distinta con la leche. Por eso, la elección debe hacerse con cuidado.

En este blog, veremos los factores más importantes para elegir el cuajo para quesos ideal y cómo aplicarlo correctamente.

1. Identifica el tipo de queso que harás

El cuajo para quesos influye en la firmeza y humedad de la cuajada. Para quesos duros, se necesita un cuajo más fuerte. Para quesos frescos o cremosos, conviene uno más suave.

Aplícalo así:
Define primero si quieres un queso duro, semiduro o fresco. Esto guiará la elección del cuajo desde el inicio.

2. Conoce los tipos de cuajo

Hay tres tipos principales:

  • Animal: Proviene del estómago de terneros o cabritos. Da firmeza y sabor intenso.

  • Vegetal: Se obtiene de plantas como el cardo. Produce texturas suaves y sabores más delicados.

  • Microbiano: Elaborado con microorganismos. Es uniforme y fácil de usar en producción industrial.

Aplícalo así:
Elige el tipo que mejor se ajuste a tu receta y al perfil de sabor que buscas.

3. Considera el tipo de leche

La leche de vaca, cabra u oveja tiene diferentes niveles de grasa y proteína. Esto cambia cómo actúa el cuajo para quesos.

Aplícalo así:
Ajusta el tipo y cantidad de cuajo según la leche que uses. Una leche más rica en grasa suele necesitar menos cuajo.

4. Revisa la temperatura de trabajo

El cuajo para quesos necesita una temperatura específica para actuar. Muy baja y la coagulación será lenta. Muy alta y puede afectar la textura.

Aplícalo así:
Sigue las indicaciones del fabricante y controla la temperatura con precisión.

5. Calcula bien la dosis

Usar demasiado cuajo puede dar un sabor amargo. Usar poco genera cuajadas blandas.

Aplícalo así:
Mide con exactitud. Ajusta la cantidad solo después de hacer pruebas.

6. Evalúa el tiempo de coagulación

Un tiempo más largo produce una cuajada más firme y seca. Un tiempo corto deja más humedad.

Aplícalo así:
Prueba diferentes tiempos para encontrar el punto que más se ajuste a tu receta.

7. Comprueba la pureza y calidad

No todo cuajo para quesos es igual. La pureza de las enzimas influye en el sabor y la consistencia.

Aplícalo así:
Compra siempre a proveedores confiables que ofrezcan certificaciones de calidad.

8. Considera la maduración

Algunos cuajos desarrollan sabores más complejos durante la maduración. Otros mantienen un perfil más neutro.

Aplícalo así:
Elige el cuajo que complemente el tiempo de maduración que tienes planeado.

9. Prueba antes de producir en grandes cantidades

Cada lote de leche es distinto. Probar primero evita desperdicios.

Aplícalo así:
Haz pequeños lotes de prueba con diferentes cuajos antes de producir a gran escala.

Conclusión

Un paso que marca la diferencia

Elegir el cuajo para quesos adecuado no es un detalle menor. Es una decisión que afecta la textura, el sabor y el éxito de tu receta. Dedicar tiempo a seleccionar el cuajo correcto es invertir en la calidad de tu queso.

En Lacver, ofrecemos cuajo para quesos de origen animal, vegetal y microbiano, con asesoría especializada para que encuentres la opción que mejor se adapta a tu producción, ya sea artesanal o industrial.

Conoce más en:  https://lacver.com/