Introducción

Durante siglos, el cuajo ha sido el elemento que une la innovación científica con el saber ancestral en la elaboración de quesos. Hoy, sigue siendo el corazón del proceso de coagulación de la leche, respetando las técnicas tradicionales mientras incorpora avances tecnológicos para una mayor calidad y eficiencia.

Una Enzima con Historia y Futuro

El cuajo proviene de una enzima natural, la quimosina, que permite transformar la leche líquida en una base sólida: la cuajada. Este proceso es tan antiguo como las primeras civilizaciones, pero sigue siendo indispensable en la quesería moderna.

Ciencia en Cada Gota

Los avances en biotecnología han permitido desarrollar cuajos más estables, seguros y consistentes. Hoy existen alternativas como el cuajo microbiano y el cuajo fermentado (FPC), que permiten resultados excepcionales, especialmente en procesos industriales.

Tradición que se Mantiene Viva

El uso del cuajo natural o animal sigue siendo fundamental en la producción de quesos artesanales. Esta práctica honra siglos de experiencia quesera, aportando matices únicos de sabor, textura y aroma.

Lacver: Dónde la Ciencia se Encuentra con la Tradición

En Lacver entendemos la importancia de este equilibrio. Por eso, ofrecemos cuajos de diferentes orígenes y presentaciones, para que cada productor pueda elegir el que mejor se adapte a sus necesidades, ya sea en un taller artesanal o una planta industrial.

Conclusión

El cuajo no es solo un ingrediente: es un símbolo del equilibrio entre lo antiguo y lo moderno, entre la precisión de la ciencia y la riqueza de la tradición. En Lacver, creemos que los mejores quesos nacen cuando ambos mundos se encuentran.

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