Introducción

Los quesos frescos se caracterizan por su textura suave, sabor sutil y alta humedad. Para lograr estas cualidades, el uso del cuajo debe ser extremadamente preciso. A diferencia de quesos curados, los quesos frescos requieren una coagulación más rápida y controlada para preservar su frescura sin perder firmeza.

El proceso ideal de coagulación

El cuajo actúa directamente sobre la caseína de la leche, promoviendo una coagulación eficiente. En los quesos frescos, el equilibrio entre temperatura, tiempo y cantidad de cuajo es esencial para que la cuajada tenga la textura adecuada. Demasiado cuajo puede endurecer el queso, y muy poco puede dejarlo blando y sin forma.

Importancia del tipo de cuajo

Para estos quesos, se recomiendan cuajos líquidos como el QUALACT, que permiten una dosificación más exacta. Esta presentación facilita el control del proceso y asegura una textura uniforme y delicada, ideal para quesos tipo panela, requesón, o queso fresco.

Ventajas de dominar esta técnica

1. Textura perfecta: ni muy firme ni muy blanda.

2. Producción más rápida y eficiente.

3. Mayor aceptación en el mercado por su frescura.

4. Reducción de errores y desperdicios.

5. Estabilidad en la calidad del producto final.

Conclusión

En Lacver no solo distribuimos cuajo para quesos frescos, también asesoramos a nuestros clientes en su uso. Entender a fondo el comportamiento del cuajo es lo que permite que un queso fresco destaque por su calidad, sabor y presentación.

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