
Introducción
La tradición quesera se reinventa constantemente con la ayuda de la tecnología. Hoy, el cuajo no solo es una enzima milenaria, sino también una puerta a procesos más eficientes, sostenibles y de alta calidad. En este blog descubrirás cómo la ciencia y la innovación están transformando el uso del cuajo en la industria.
Tecnología Aplicada al Cuajo: Más Precisión, Menos Pérdida
Las nuevas generaciones de cuajo, como los cuajos microbianos o genéticamente modificados (FPC), ofrecen una coagulación más controlada, mayor rendimiento y menor variabilidad entre lotes. Esto permite una producción más estandarizada y segura.
Automatización del Proceso de Cuajado
Muchas queserías modernas están automatizando sus sistemas de producción. La aplicación precisa del cuajo mediante sistemas dosificadores asegura una mezcla homogénea y tiempos exactos de coagulación, reduciendo errores humanos y mejorando la calidad final.
Sostenibilidad e Innovación
El uso de cuajos fermentados reduce la dependencia del cuajo animal, favoreciendo una producción más ética y sostenible. Además, se minimiza el impacto ambiental al optimizar recursos y evitar desperdicios.
Investigación y Desarrollo: El Futuro del Cuajo
Empresas innovadoras como Lacver están trabajando con laboratorios especializados para desarrollar fórmulas de cuajo adaptadas a cada tipo de queso, mejorando así la textura, sabor y vida útil de los productos.
Conclusión
Integrar tecnología al proceso de cuajado no significa perder la esencia artesanal del queso, sino potenciarla con precisión y eficiencia. El futuro del queso está en manos de quienes se atreven a combinar tradición con innovación.
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